Síndrome del Túnel Carpiano
¿Siente la mano rara, como dormida?, ¿A veces le hormiguea y ha notado que tiene menos fuerza al tomar objetos como una taza de té?
Entonces, probablemente usted sufre del síndrome del túnel carpiano. Si, además trabaja frente a un computador o realizando movimientos pequeños y precisos con los dedos (como coser, tejer o ensamblar partes en una cadena de montaje), el diagnóstico está casi confirmado.
¿Fue al médico y le dijo que se tiene que operar?
Nuestra recomendación es que no lo haga, ya que solamente el 50% de los pacientes resuelven sus síntomas con la cirugía. Además es muy probable que tenga un compañero de trabajo o conocido que ya se operó y no quedó bien, o que tenga que operarse de la otra mano (1)
¿Y por qué la cirugía funciona tan mal?
Porque, debido a la reduccionista visión médica, solamente le hacen un tajito en la muñeca (específicamente en el retináculo flexor) para descomprimir al nervio mediano, el cual es el causante de su sintomatología. Sin embargo, este nervio suele atraparse en muchas partes:
¿Y entonces, cuál es la solución?
Acercárse a su quiropráctico, el cual, debido a su visión integral del ser humano, hará lo siguiente:
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Pesquisar enfermedades (como hipotiroidismo, diabetes, artritis reumatoidea, fístula arteriovenosa, etc.) que podrían causar o complicar sus síntomas, y hacer un comanejo de ser necesario,
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Evaluar su muñeca, mano, brazo, cuello, columna e incluso pelvis.
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Tratar las subluxaciones (alteraciones articulares que generan compromiso neural) mediante ajustes quiroprácticos, los músculos y fascias mediante instrumentos de liberación miofascial, y el nervio a través de técnicas de neurodinamia.
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Realizar evaluaciones e intervenciones ergonométricas y posturales. Diseñar y enseñar ejercicios para realización en casa.